Ebrard vs Sheinbaum: ¿Quién gana la batalla digital?

La disputa por la candidatura presidencial de Morena para el 2024 ha desatado una guerra de declaraciones y acusaciones entre dos de los principales aspirantes: Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Ambos han recurrido a las redes sociales para difundir sus mensajes, defender sus posturas y buscar el apoyo de los ciudadanos. Pero ¿quién tiene más presencia e influencia en el mundo digital? ¿Qué estrategias están usando para posicionarse y diferenciarse? ¿Qué impacto tiene esta pelea en la imagen y la reputación de los contendientes? A continuación, analizaremos algunos aspectos clave que nos ayudarán a responder estas preguntas.

La importancia de las redes sociales en la política

Las redes sociales se han convertido en un espacio fundamental para la comunicación política, especialmente en tiempos electorales. Según el estudio “Digital 2022”, actualmente el 78.3% de la población nacional accede a las redes sociales, lo que significa que millones de personas en México hacen uso de las diversas plataformas digitales. Además, según Statista, se pronostica que el número de usuarios de internet en el país superará los 95 millones para 2025.

Las redes sociales ofrecen varias ventajas para los actores políticos, como:

• Velocidad: una pieza de información se convierte en una realidad al ser compartida en tiempo real.
• Flujo e impacto: historias, rumores, chistes, críticas pueden expandir sus efectos de manera ilimitada, incluso a audiencias al otro lado del mundo.
• Atracción: al ciudadano le interesa compartir vivencias más reales, sin filtros, sin ediciones, sin censura, originadas por sus similares.
• Comunidades activas: existen grupos de usuarios organizados que regularmente buscan incidir en el flujo de la información, así como fomentar el interés sobre los temas, orientar el debate o simplemente expandir sus efectos.
• Credibilidad: los ciudadanos en la búsqueda de información acceden a fuentes diversas, a las cuales conceden confianza y respeto en automático.

Sin embargo, las redes sociales también implican algunos riesgos y desafíos para los actores políticos, como:

• Crisis: una pieza de información negativa puede generar una reacción adversa y dañar la imagen y la reputación de un candidato o un partido.
• Control: una pieza de información falsa o manipulada puede circular sin verificación ni responsabilidad y afectar la opinión pública y la democracia.
• Competencia: una pieza de información positiva puede ser opacada o desplazada por otra más atractiva o novedosa y perder relevancia o visibilidad.

Por lo tanto, es necesario que los actores políticos tengan una estrategia clara y efectiva para aprovechar las oportunidades y enfrentar los retos que las redes sociales plantean.

El caso Ebrard vs Sheinbaum

Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum son dos de los políticos mexicanos más reconocidos y seguidos en las redes sociales. Ambos tienen cuentas activas en las principales plataformas digitales, como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok. Sin embargo, también tienen diferencias en cuanto a su estilo, su contenido y su alcance.

Marcelo Ebrard se caracteriza por tener una presencia más dinámica y diversa en las redes sociales. El canciller suele publicar sobre sus actividades como secretario de Relaciones Exteriores, sus viajes internacionales, sus reuniones con otros líderes mundiales y sus acciones a favor del multilateralismo. También suele compartir aspectos de su vida personal, como su relación con su esposa Rosalinda Bueso, sus gustos musicales y literarios y sus recuerdos como jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Además, suele interactuar con los usuarios mediante preguntas y respuestas en vivo o mensajes directos.

Claudia Sheinbaum se distingue por tener una presencia más formal y sobria en las redes sociales. La jefa de Gobierno suele publicar sobre sus actividades como mandataria local, sus obras y programas sociales, sus informes de gobierno y sus acciones a favor de la cuarta transformación. También suele compartir aspectos de su vida personal, pero con menor frecuencia y detalle que Ebrard. Además, suele interactuar con los usuarios mediante comentarios o reacciones a sus publicaciones.

Según los datos proporcionados por Taboola, una plataforma que mide el alcance y el engagement en las redes sociales, Ebrard tiene una ventaja sobre Sheinbaum en cuanto al número de seguidores y al nivel de interacción. Por ejemplo, en TikTok, Ebrard tiene más de un millón de seguidores, mientras que Sheinbaum tiene poco más de 300 mil. En Facebook, Ebrard tiene más de 2.5 millones de seguidores, mientras que Sheinbaum tiene casi 1.8 millones. En Twitter, Ebrard tiene más de 4.6 millones de seguidores, mientras que Sheinbaum tiene más de 2.7 millones.

Estos datos muestran que Ebrard tiene una mayor capacidad para llegar y conectar con los usuarios de las redes sociales, lo que podría indicar una mayor preferencia o simpatía hacia su propuesta. Sin embargo, también hay que considerar otros factores como el contenido y la calidad de sus publicaciones, así como el perfil y la opinión de los seguidores y los comentaristas.

El impacto de la pelea en las redes sociales

La pelea entre Ebrard y Sheinbaum por la candidatura presidencial de Morena ha generado una gran polémica y una intensa actividad en las redes sociales. Ambos han recurrido a estas plataformas para lanzarse acusaciones mutuas, defender sus logros y cuestionar los del otro, y buscar el respaldo de los ciudadanos y de otros actores políticos.

Por ejemplo, el 18 de agosto, Ebrard enfrentó a un hombre que borraba con pintura su nombre de una barda para poner el de Sheinbaum. El canciller grabó un video del incidente y lo compartió en sus redes sociales, donde recibió miles de reacciones y comentarios. Al día siguiente, Sheinbaum le respondió con ironía: “Le agradezco estar pendiente de mis redes”.

El 19 de agosto, Ebrard acusó a Sheinbaum de desviar recursos públicos para financiar su campaña interna. El canciller presentó una denuncia ante el INE y lo anunció en sus redes sociales, donde recibió miles de reacciones y comentarios. Al día siguiente, Sheinbaum negó las acusaciones y las calificó de “infundadas” y “sin sustento”. La jefa de Gobierno también lo comunicó en sus redes sociales, donde recibió miles de reacciones y comentarios.

El impacto de esta pelea en las redes sociales es ambivalente. Por un lado, puede generar una mayor atención e interés por parte de los usuarios hacia los candidatos y sus propuestas. Por otro lado, puede generar una mayor división y confrontación entre los usuarios según su preferencia o afinidad política. Además, puede generar un efecto negativo en la imagen y la reputación de los candidatos, pues pueden ser vistos como oportunistas, desleales o deshonestos.

Por lo tanto, es necesario que los candidatos tengan una estrategia clara y efectiva para manejar esta pelea en las redes sociales. Deben evitar caer en ataques personales o descalificaciones que puedan dañar su credibilidad o confianza. Deben enfocarse en difundir sus ideas, proyectos y valores que puedan atraer y convencer a los ciudadanos. Deben buscar el diálogo, el respeto y la unidad con sus contendientes y con su partido.

Las redes sociales son un escenario clave para la política en el siglo XXI. Los actores políticos deben saber aprovecharlas para comunicarse con los ciudadanos, pero también deben saber enfrentar los retos que implican. La pelea entre Ebrard y Sheinbaum es un ejemplo de cómo las redes sociales pueden influir en la definición y el desarrollo de una contienda electoral. Habrá que estar atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo reaccionan los demás actores políticos ante esta situación.

¿Qué opinas tú al respecto? 😊